Una bienvenida económica a las vacaciones de Navidad y Año Nuevo
¿No crees que celebrar cada fiesta se ha convertido ultimamente en una competencia de gastos? Empezando por los cumpleaños, que ya se han convertido en pequeñas bodas, ahora también la Navidad y el Año Nuevo se tienen que celebrar en un destino exótico, o al menos en un hotel de lujo.
Tal alardeo de dinero conduce a nada más que un desastre financiero justo después de las vacaciones, donde los problemas económicos oscurecen fácilmente el buen humor que hemos recibido de las fiestas.
Si la Navidad y el Año Nuevo que se acercan te están causando preocupaciones financieras, así es como puedes enfrentar con calma las fiestas sin ir a la quiebra:
Planificación anticipada
En primer lugar, debes ser consciente de cuánto dinero adicional puedes gastar en las vacaciones. No olvides tener en cuenta la práctica frecuente de recibir los salarios de diciembre antes de Navidad, dinero con el que tenemos que pasar todo el largo y frío enero, y finales de diciembre, cayendp en la depresión financiera al no poder permitirnos ese gasto adiconal.
Ahora que has descubierto cuál es tu presupuesto de vacaciones, te mostramos cómo gastarlo inteligentemente y sin comprometer tu buen espíritu navideño.
Los regalos se compran temprano
El mejor momento para comprar regalos es a finales de noviembre y principios de diciembre. Todavía hay descuentos tradicionales de otoño, no hay la locura antes de las vacaciones y uno puede pensar con calma, mirar y elegir lo que complacerá a sus seres queridos.
Aquí es importante hacer una lista teniendo en cuenta el presupuesto deseado. Los regalos no tienen que ser caros, son solo un símbolo de amor y atención. Recuerda los regalos que solíamos recibir en nuestra infancia - una gran barra de chocolate, un libro, calcetines navideños, una taza de café con una imagen alegre - estos son regalos agradables, clásicos, y de un presupuesto que calienta el alma sin vaciarte el bolsillo.
La mesa festiva no cuesta millones
¿Cuántas veces en los últimos años hemos tenido que terminar la comida de la mesa de vacaciones durante los díasvenideros? ¿Y cuántas veces tuvimos que tirarlo porque compramos mucho más de lo que necesitábamos?
No vuelvas a caer en esta trampa. Podemos comer más o menos la misma cantidad de comida tanto en vacaciones como en días de semana, así que no compres innecesariamente para poder ahorrar en tu presupuesto navideño.
La mesa navideña es recordada por la bonita decoración, los invitados y el buen humor, y esto no cuesta mucho dinero.
No te compares
El mayor enemigo de un buen estado de ánimo es la comparación y los comentarios de los demás "¿Celebrarás así para las vacaciones?". En lugar de sentirte culpable, dite a tí mismo: "Sí, puedo celebrar dentro de un presupuesto, pero lo haré desde el corazón y con la gente que amo, y eso es lo más importante para mí"
¡Felices fiestas de Mi Préstamo!